El Estado mexicano atiende su obligación de garantizar el derecho a la educación de calidad para todos, principalmente, por medio del mecanismo que se utiliza en la mayor parte del mundo: la construcción y la operación de un sistema educativo, el cual, en algunos segmentos y niveles, da lugar a lo que se enuncia en la CPEUM como educación obligatoria.
El sistema de educación obligatoria en México es de gran tamaño y cuenta con diversos tipos de escuelas o planteles escolares. Al inicio del ciclo escolar 2017-2018, 30.7 millones de alumnos se matricularon en la educación obligatoria en México en 244 000 escuelas o planteles, a quienes les dieron atención 1.5 millones de docentes. Poco más de 83% de esta matrícula, equivalente a 25.4 millones de alumnos, pertenece a la educación básica, que se imparte en 226 000 escuelas y donde participan 1.2 millones de docentes. El complemento de alumnos (5.2 millones), docentes (299 000) y planteles (18 000) pertenece a la educación media superior (EMS) (tabla 1.1).
Tabla 1.1 Alumnos, docentes, escuelas o planteles por nivel o tipo educativo, tipo de sostenimiento y tipo de servicio, inicio del ciclo escolar 2017-2018
El Estado financia la mayor parte de la educación obligatoria: alrededor de 90% de la matrícula de educación primaria y secundaria; 85% de la de preescolar y 80% de la EMS. En educación básica, puede considerarse que no existe participación privada en los tipos de servicio indígena, comunitario, secundarias técnicas y telesecundarias (INEE, 2018e).
La diversidad de servicios educativos específicos busca atender a distintas subpoblaciones de acuerdo con su condición étnica, ubicación y el tamaño de la localidad donde habitan. Los cursos comunitarios, a cargo del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), atienden generalmente a niñas, niños y adolescentes (NNA) de localidades rurales pequeñas, donde el centro escolar tiene como mínimo 5 y como máximo 29 alumnos. Este tipo de servicio también se destina a NNA de familias jornaleras migrantes. La población infantil de comunidades indígenas acude a preescolares y primarias indígenas. Las telesecundarias son la opción más importante para continuar los estudios en localidades rurales de alta y muy alta marginación.
Aquí conviene señalar las dificultades específicas que el Sistema Educativo Nacional (SEN) ha enfrentado para atender a las escuelas asignadas a las poblaciones rurales, de pequeñas localidades o de comunidades indígenas. Hay proporciones importantes de escuelas con matrícula reducida en localidades rurales donde todos los docentes son responsables de más de un grado escolar (escuelas primarias multigrado) y, en casos extremos, donde un solo docente atiende todos los grados (escuelas unitarias, incluso telesecundarias). Esta organización multigrado atiende casi a una tercera parte de las escuelas primarias generales y dos terceras partes de las primarias indígenas (INEE, 2017c; 2018e). Para todas estas escuelas, cuya organización escolar también es prácticamente multigrado, no existen materiales pertinentes, ni se proporciona una formación inicial y continua a sus maestros con el fin de enfrentar estas situaciones. Además, tampoco se garantiza que todos los docentes de escuelas indígenas hablen la lengua materna de sus alumnos.