Capítulo 1

1.2 Niñas, niños y adolescentes fuera de la escuela

En 2015, según datos de la Encuesta Intercensal, poco menos de 4.8 millones de habitantes con edades de entre 3 y 17 años no asistía a la escuela; por grupos de edad las tasas más altas de inasistencia correspondieron a las poblaciones de 3 a 5 años y de 15 a 17 años, con 2.3 millones y 1.7 millones, respectivamente. Del grupo de edad de 12 a 14 años casi 439 000 niños no asistían a la escuela, y en el grupo de 6 a 11 años poco más de 263 000 niños tampoco lo hacían, a pesar de que la cobertura es casi universal para este rango etario (tabla 1.3).

Tabla 1.3 Tasa de inasistencia de la población en edad idónea para cursar la educación obligatoria por grupo de edad (2015)

Las desagregaciones por subpoblaciones señalan que, en comparación con las niñas, son los niños quienes menos asisten a la escuela, pues mientras 2.3 millones de ellas no lo hacen, esta cifra alcanza casi 2.5 millones entre los varones. En las áreas rurales la inasistencia es mayor (17.1%) que en las áreas urbanas (13.5%). En números absolutos, alrededor de 1.5 millones de niños y niñas en áreas rurales y 3.3 millones en áreas urbanas no asisten a la escuela. Por otro lado, casi 2.5 millones de niñas y niños en pobreza no asisten a la escuela, poco más de medio millón de niños indígenas no tienen acceso a la escuela y aproximadamente 208 000 niños con discapacidad enfrentan mayores retos para acceder a la educación obligatoria (tabla 1.4).

Tabla 1.4 Tasa de inasistencia de la población en edad idónea para cursar la educación obligatoria según población seleccionada (2015)

Por otra parte, entre las entidades federativas hay una desigualdad importante en el acceso oportuno de las NNA a la educación obligatoria. Esto ocurre en educación preescolar, secundaria, EMS y, excepcionalmente, en educación primaria. Cabe destacar que, excluyendo a la EMS, cuya obligatoriedad y universalidad son graduales —iniciaron en 2012 y no se completarán hasta el inicio del ciclo 2021-2022—, la vigencia de la obligatoriedad de los otros niveles educativos data de al menos una década, y, por lo tanto, todas las NNA con edades escolares para asistir a cualquier nivel de educación básica deberían hacerlo. Esto, sin embargo, aún no ocurre.

Con datos del inicio del ciclo escolar 2016-2017, el indicador de cobertura neta para la educación preescolar, es decir, el número de estudiantes de 3 a 5 años matriculados en ese nivel por cada 100 en este grupo de edad, va de 60.4% en Veracruz y Chihuahua, a 86% en Tabasco. Además, la mitad de las entidades presentó tasas de cobertura netas en educación preescolar inferiores a 71.4%, entre las que destacan Colima (60.8%), Baja California y Tamaulipas (ambas con 61.7%), así como Sonora (61.8%). En EMS la tasa neta de cobertura correspondiente (es decir, el número de jóvenes de 15 a 17 años que se matriculan de cada 100) se encuentra entre 52.4% en Michoacán y 91.3% en la Ciudad de México. Además, la mitad de las entidades tiene indicadores de cobertura neta en la EMS menores o iguales a 62.2%; entre éstas figuran Oaxaca (55.9%), Jalisco (56%) y Nuevo León (56.9%) (tabla 1.5).

Tabla 1.5 Tasa neta de cobertura por entidad federativa según nivel o tipo educativo (2016-2017)

En educación secundaria, donde el grupo de edad de referencia es de 12 a 14 años, la mínima cobertura neta se observa en Chiapas (76.6%) y la máxima en la Ciudad de México (107.2%). El valor superior a 100% se debe a que en ésta se recibe a estudiantes de los estados circunvecinos, fenómeno similar al que ocurre en educación primaria. Entre las entidades con las menores coberturas pueden señalarse Michoacán (76.7%), Campeche (77.8%), Veracruz (79.1%), Chihuahua y Tamaulipas, ambas con el mismo valor (79.2%). Finalmente, en Veracruz (90.7%) se alcanza la cobertura neta mínima para educación primaria, y el valor máximo corresponde a la Ciudad de México (113.8%) (tabla 1.5).

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