Seguimiento a Directrices

Autoridad educativa federal

A continuación, se presentan los aspectos clave de mejora planteados en las directrices del INEE que han sido de mayor o menor atención por parte de la AEF, con la finalidad de disponer de una valoración sobre el alcance en las políticas educativas en el ámbito nacional.

Las primeras directrices emitidas por el INEE se centraron en el fortalecimiento de la formación inicial de los docentes de educación básica. Los proyectos establecidos en el marco del primer planteamiento del Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento de las Escuelas Normales (PIDIRFEN), de la Secretaría de Educación Pública (SEP) atendían la mayoría de los aspectos señalados en las directrices. Si bien algunos de estos proyectos se pilotearon en ciertas Escuelas Normales durante el ciclo escolar 2015-2016, la SEP no concretó el conjunto de proyectos como inicialmente se planeó.

Durante 2017 y 2018 la SEP emprendió acciones coincidentes con lo recomendado en estas directrices, especialmente en los ámbitos del fortalecimiento académico y de la gestión de las Escuelas Normales. En este marco, la Secretaría publicó una norma que estableció mecanismos de ingreso, promoción y reconocimiento del personal académico basados en el mérito; impulsó el fomento y el apoyo a la investigación y a la innovación en la educación normal con la creación y la consolidación de cuerpos académicos, la apertura de espacios para presentar y discutir los resultados de sus investigaciones, la conformación de redes académicas, la sinergia con otras instituciones de educación superior, así como con la movilidad nacional e internacional tanto de personal docente y directivo como de estudiantes. Se destaca también la definición del perfil de egreso y el rediseño curricular de los programas de educación normal en congruencia con los de educación básica.

Por otro lado, no han sido atendidos ámbitos de intervención relevantes señalados en las directrices, como dotar de una mayor autonomía de gestión a las Escuelas Normales; el desarrollo de un marco común de educación superior para la formación inicial docente, así como la creación de instrumentos de planeación, evaluación y prospectiva docente.

Con respecto a las directrices orientadas a mejorar la atención educativa de la niñez indígena y de familias de jornaleros agrícolas migrantes, emitidas en 2016 y 2017, respectivamente, la AEF consideró varias de las recomendaciones propuestas en el proceso de diseño del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria (MEPEO). Destaca el énfasis puesto por el INEE en que la inclusión y la equidad deberían ser principios básicos para la conducción del funcionamiento de todo el sistema educativo, énfasis que se reflejó en uno de los cinco ejes del MEPEO. Así, también, se observó coincidencia entre las recomendaciones que plantean las directrices y el MEPEO en aspectos clave de mejora como los siguientes: a) el reconocimiento a la necesidad de flexibilizar la normatividad escolar para evitar barreras a los estudiantes en el acceso, la permanencia y el aprendizaje, especialmente a los que pertenecen a poblaciones vulnerables; b) el apoyo a las escuelas ubicadas en zonas rurales y que atienden a poblaciones indígenas, de jornaleros agrícolas migrantes o a alumnos con alguna discapacidad; c) el reconocimiento de que la niñez indígena asiste a escuelas generales, no sólo a servicios de educación indígena, y d) el planteamiento de formar a todos los maestros en la interculturalidad y de ofrecer programas de formación inicial que promuevan, el conocimiento de la lengua indígena.

En contraste con lo anterior, el MEPEO registró ausencias preocupantes en temas clave señalados por las directrices. Por ejemplo, en torno a la atención educativa de la niñez jornalera agrícola migrante e indígena, no se consideró la contratación de base para los docentes, ni el planteamiento de un diagnóstico nacional sobre el estado educativo de la niñez migrante. Tampoco se señaló nada sobre la falta de participación de los pueblos y comunidades indígenas en la definición de la educación que deben recibir sus niñas y niños, que es, además, un derecho constitucional.

Por lo que respecta a las Directrices para mejorar la permanencia escolar en la educación media superior, la AEF, a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), promovió la elaboración de un plan de trabajo de manera conjunta con las autoridades educativas estatales y realizó en febrero de 2018 una reunión nacional para la revisión y la definición de consensos finales sobre su contenido. En este documento se establecieron 132 líneas de acción para atender las 5 directrices y los 36 aspectos clave de mejora señalados en éstas. Asimismo, en septiembre del mismo año la SEMS organizó sesiones de trabajo regionales para fortalecer los trabajos en torno a ellas.

Debe subrayarse la enorme acogida de estas directrices por parte de la AEF, ya que las líneas de acción establecidas eran claras en asumir aspectos clave señalados éstas. Al respecto, destacan las acciones formuladas para mejorar la coordinación institucional entre los diferentes subsistemas que ofrecen EMS, la cooperación con otros sectores gubernamentales, la vinculación con la educación secundaria, los recursos didácticos para la tutoría académica, la formación continua de los profesores y la difusión de las ofertas de reincorporación para los jóvenes que interrumpieron sus estudios, entre otras. Sin embargo, hay aspectos que no fueron atendidos suficientemente, como los relacionados con la portabilidad de estudios, la flexibilización curricular, la actualización de la normatividad de las tutorías académicas, el fortalecimiento docente en temas de cultura juvenil, las actividades cocurriculares para los estudiantes y la diversificación de las opciones de reincorporación.

Por último, por lo que respecta a las Directrices para mejorar las políticas de formación y desarrollo profesional docente en la educación básica, la SEP reconoció su importancia y las recomendaciones que en ellas se plantean. La Secretaría expresó en su respuesta la intención de impulsar acciones tales como: el fortalecimiento del enfoque integral del desarrollo profesional docente; la creación de un órgano consultivo nacional en materia de formación docente y el reforzamiento de las capacidades institucionales en los ámbitos federal y local; la formación con un enfoque reflexivo y su desarrollo dentro y fuera de la escuela con el apoyo de acciones de asesoría y acompañamiento pedagógico, así como el fortalecimiento de los enfoques de interculturalidad, inclusión y equidad en las actividades de formación docente. Además, propuso consolidar la escuela como un espacio de formación y contribuir a la construcción y la consolidación de redes y comunidades de aprendizaje. Sin embargo, no se identificaron sugerencias orientadas a mejorar las condiciones institucionales que enfrentan los docentes o de coordinación con otras instancias, que son necesarias para promover el desarrollo de programas, políticas y acciones dirigidos a la mejora profesional de los docentes.

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