Materiales curriculares para los docentes
Que los docentes tengan a su disposición los materiales curriculares es una condición necesaria, aunque insuficiente, para conseguir las metas de aprendizaje establecidas en el propio currículo; por su gran importancia para orientar la enseñanza, es imperativo que cada uno cuente al menos con el programa de estudios de los grados que atiende. Esta situación depende de una distribución eficiente y oportuna de los materiales curriculares para los docentes.
Existe poca información sobre el grado en que los docentes disponen de los programas de estudios. Los resultados de la ECEA en primaria (INEE, 2016c) revelan que durante el ciclo escolar 2014-2015 una tercera parte de los docentes mexicanos de cuarto, quinto y sexto de primaria reportó carecer del programa de estudios del grado o grados con los que trabajan desde el inicio del ciclo escolar (tabla 3.6). Si bien los programas de estudio están disponibles en versión digital en el portal electrónico de la SEP, su disposición en papel es una mejor condición, ya que es un insumo de uso continuo para los docentes que les permite planear el ciclo escolar (SEP, 2011b); ello se dificulta si sólo se dispone de este material en soporte electrónico y, sobre todo, pone en desventaja a aquellos profesores que no tienen acceso a internet, con lo que se pondría en riesgo el cumplimiento de los propósitos educativos. Recuérdese que, dentro del sector público, 52% de las primarias y 44.1% de las secundarias carece de conexión a internet, al igual que una tercera parte de los planteles públicos de EMS.
Tabla 3.6 Porcentaje de docentes que carecen de ciertos materiales curriculares, por nivel educativo y tipo de servicio (2014 para primaria y 2016 para EMS)
En primaria existen algunos tipos de servicio que han dotado del programa de estudios a una mayor proporción de sus docentes. En efecto, es notable que sólo 2.6% de los líderes para la educación comunitaria (LEC) de la primaria comunitaria careciera de dicho material; que la gran mayoría de ellos disponga del programa de estudio se explica por las políticas de distribución del CONAFE, que suele entregar este material a sus figuras educativas durante las capacitaciones que les brinda antes del inicio del ciclo escolar.
En EMS una menor proporción de docentes carece del programa de estudios con respecto a los de primaria; apenas 4.9% de los docentes del último grado escolar de EMS afirmó que durante el ciclo 2016-2017 no contaba desde el inicio con los programas de estudios de las asignaturas que impartió. Esta carencia se presentó en una mayor proporción de docentes de TBC (8.7%), mientras que en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) sólo ocurrió en alrededor de 1% (tabla 3.6).
Si bien los libros de texto gratuitos (LTG) que distribuye la CONALITEG en EB tienen como destinatarios principales a los alumnos, son referentes importantes para los docentes porque les permiten anticipar y dosificar las actividades de aprendizaje que propiciarán durante las jornadas de trabajo, así como asegurarse de que dichas actividades sean acordes con las metas de aprendizaje establecidas en los programas de estudio. Existe muy poca información sobre la proporción de docentes que cuenta con los LTG; los resultados de la ECEA en primaria (INEE, 2016c) indican que 4 de cada 10 docentes mexicanos de primaria carecen de un juego completo de LTG del grado o grados que imparten, y que esta carencia es más severa en las escuelas multigrado y en las primarias comunitarias, ya que a estas últimas se les dota de cuadernos de trabajo elaborados por el propio CONAFE (tabla 3.6).