4.1 La evaluación en el marco del SPD
Los referentes: perfiles, parámetros e indicadores
Los perfiles, parámetros e indicadores, de acuerdo con la ley, constituyen el "marco general de una educación de calidad" (art. 14, LGSPD) porque sirven como referentes de una buena práctica profesional. Su definición como referentes para valorar el desempeño es un punto de partida en el que coinciden varios autores (Feldman y Iaies, 2010; Gysling y Meckes, 2011; Ingvarson, 2013; Vaillant, 2004), así como diversas experiencias internacionales de evaluación, en las que se han utilizado como estándares de desempeño docente, agrupados en dominios o dimensiones que aluden al conocimiento, la práctica y el compromiso profesional. Su utilidad principal estriba en que brindan a los docentes coordenadas útiles para regular su carrera profesional y orientan a las autoridades en la creación de oportunidades de formación inicial y en el servicio. También son valiosos en la creación de políticas dirigidas al logro de los estándares y brindan con ello un impulso significativo en favor de la calidad educativa.
El INEE, de acuerdo con sus atribuciones, estableció en los Lineamientos para llevar a cabo la Evaluación del Desempeño (DOF, 2015) que los perfiles propuestos por la SEP debían validarse mediante comités académicos conformados por especialistas en las disciplinas y funciones a las que se refieran, aludiendo con ello a docentes, directivos, supervisores y asesores técnico pedagógicos, con la intención de que los parámetros e indicadores realmente se vinculen con el ejercicio de las funciones que desarrollan.
En apego a los lineamientos, se llevaron a cabo los procesos de validación de los parámetros e indicadores propuestos para cada perfil. Un primer aspecto analizado por el INEE fue que los perfiles de docentes desarrollados por la SEP para el ingreso son diferentes de los que se utilizan para evaluar el desempeño; algo similar sucede con los perfiles de promoción a otras funciones y los que se utilizan para evaluar su desempeño. Conviene revisar si, como ha sucedido en otros países que cuentan con modelos de evaluación basados en estándares de desempeño, se puede evolucionar hacia un perfil con niveles que van desde un desempeño novel hasta uno experto, con diferentes trayectorias profesionales.
Los perfiles también están diferenciados para cada nivel y tipo de servicio educativo, lo cual parece en principio razonable. No obstante, en los cuatro años transcurridos desde la entrada en vigor del SPD ha habido un incremento significativo en el número de perfiles, lo cual tiene su origen en el interés de la autoridad educativa por contar con un perfil para cada figura contratada en el SEN, independientemente de que, en lo general, cumplen las mismas funciones, con sólo algunas particularidades propias del nivel o tipo de servicio.