6.3 La convivencia escolar como condición básica para la enseñanza y el aprendizaje

La convivencia escolar se ha definido como el conjunto de formas de interacción de los miembros de la comunidad, las cuales son dinámicas y suceden en los distintos espacios y procesos escolares; éstas pueden generar entornos positivos, pero también negativos. La creación de una convivencia escolar armónica o positiva en cada escuela es una tarea de toda la comunidad escolar, con base en un marco político, normativo e institucional que cobije y dé pautas para su construcción (Fierro, Lizardi, Tapia y Juárez, 2013). Partiendo de esta consideración, las normas escolares deben garantizar el respeto a los derechos de niñas, niños y adolescentes en el espacio escolar para que la convivencia sea al mismo tiempo una experiencia y un aprendizaje.

La convivencia como condición básica en la generación de ambientes adecuados para la enseñanza y el aprendizaje se analiza desde el enfoque de la convivencia inclusiva, democrática y pacífica planteada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) (Hirmas y Eroles, 2008). A partir de estas dimensiones se analizan las relaciones entre estudiantes y docentes, el trato inclusivo, la participación de estudiantes en la escuela y el manejo de conflictos. Los resultados que se presentan provienen de la ECEA en primaria (2014) y media superior (2016), y de PLANEA para secundaria (2015). Los indicadores seleccionados para cada uno de los niveles, si bien no son los mismos en cada dimensión, sí permiten mostrar fortalezas de la convivencia y aspectos que es necesario reforzar para que mejoren los ambientes de aprendizaje, sustentados en relaciones positivas, atención a la diversidad, promoción de la resolución pacífica de los conflictos y participación de los estudiantes.

a) Relaciones entre estudiantes y docentes

Las interacciones positivas entre estudiantes y docentes son fundamentales para favorecer la relación pedagógica de enseñanza y aprendizaje. A partir de los indicadores seleccionados, los resultados de la ECEA en primaria apuntan en esta dirección. La gran mayoría de los estudiantes señaló que sus profesores son pacientes y amables en su trato hacia el alumnado, y que existe respeto mutuo (tabla 6.1).

Tabla 6.1 Porcentaje de estudiantes de primaria, según su percepción de la relación con sus docentes

En EMS la información disponible también muestra que en este nivel los estudiantes tienen buenas relaciones con sus docentes, pues casi la totalidad, 98.9%, señaló que se lleva bien o muy bien con ellos; además, indicaron que son amables, les tienen confianza y muestran disposición para apoyarlos (tabla 6.2).

Tabla 6.2 Porcentaje de estudiantes de EMS, según su percepción de la relación con sus docentes

Vale la pena señalar que la información se obtuvo a partir de los estudiantes del último grado de EMS, es decir, de los jóvenes que han continuado hasta este nivel educativo, pues, como se sabe, en EMS existe una baja eficiencia terminal: la concluye en el tiempo previsto sólo 67.3% de los estudiantes que la inician (INEE, 2017j). En consecuencia, los datos pueden indicar que los estudiantes del último grado tienen buenas relaciones con sus docentes, y es probable que esta relación haya sido un factor para permanecer en la escuela.

En términos generales, es importante destacar que los estudiantes de primaria y media superior valoran positivamente la relación con sus docentes, lo que indica una condición que puede potenciar la relación pedagógica en favor del aprendizaje.

b) Trato inclusivo hacia los estudiantes en las actividades de aprendizaje

Esta dimensión está relacionada de manera importante con la práctica docente; es relevante para apoyar y asumir la diversidad de los estudiantes y eliminar la exclusión en favor del aprendizaje y la participación de todos (Booth y Ainscow, 2004, citados en Fierro, 2013).

En primaria, los resultados a partir de los indicadores seleccionados para indagar el trato inclusivo muestran que la mayoría de los estudiantes opina que sus maestros muchas veces o siempre promueven la participación de todos, atienden a quien requiere ayuda, se esfuerzan por que los temas sean interesantes para todos y valoran su esfuerzo, elementos importantes para favorecer la inclusión de todos en el proceso pedagógico. El aspecto que menos se atiende es el relacionado con promover conocimientos de la cultura de los estudiantes (tabla 6.3).

Tabla 6.3 Porcentaje de estudiantes de primaria de acuerdo a su reporte sobre la frecuencia con que ocurre en el salón de clases un trato inclusivo en las actividades

La información de los estudiantes se agregó por escuela y con ello se construyó un Índice de Trato Inclusivo dividido en cuatro niveles. En el plano nacional, en el nivel muy alto se ubicó 24% de las escuelas; en el nivel alto, 65.9%; en el nivel bajo, 9.1%, y 1%, en el nivel muy bajo. Al agrupar los porcentajes de los niveles en dos bloques —nivel alto y muy alto, por un lado, y nivel bajo y muy bajo, por otro—, se advierte que solamente las escuelas comunitarias y las indígenas multigrado presentan porcentajes importantes en los niveles bajos (31.8 y 19.9%, respectivamente). Este dato puede estar poniendo de manifiesto la dificultad que tienen los docentes para promover la inclusión de todos los estudiantes, en consecuencia, la necesidad de fortalecer su formación con el fin de generar este tipo de ambiente en su práctica docente.

Como se aprecia en la tabla 6.4, en EMS la mayoría de los estudiantes percibe que casi todas las actividades planteadas para indagar el trato inclusivo se realizan con regularidad: más de la mitad de los estudiantes señaló que casi todas ellas se realizan muchas veces y siempre (tabla 6.4). Sin embargo, es importante destacar que proporciones importantes también señalaron que pocas veces suceden, lo que sugiere que la atención a la diversidad no es un asunto generalizado y requiere fortalecerse en este nivel educativo.

Tabla 6.4 Porcentaje de estudiantes de EMS de acuerdo a su reporte sobre la frecuencia con que ocurre un trato inclusivo en las actividades de la escuela

A partir de los indicadores con los que se evaluó el trato inclusivo hacia estudiantes en primaria y media superior se puede afirmar que existen acciones en favor de la atención hacia la diversidad; sin embargo, no todos los estudiantes las perciben, por lo que es necesario reforzar la formación de los docentes en esta área con el objeto de que estén en aptitud de construir acciones y climas propicios para el aprendizaje.

c) Participación de los estudiantes en el aula

Dentro de los enfoques constructivistas, presentes en el Plan de Estudios 2011 y en el Modelo Educativo 2017, un principio fundamental es que, para construir un ambiente adecuado al aprendizaje, es necesario que el docente promueva la participación de los estudiantes.

En primaria, los resultados de la ECEA 2014 revelan que, conforme la opinión de la gran mayoría de los estudiantes, los docentes toman en cuenta sus opiniones, se les puede preguntar si hay dudas, y promueven la participación en clase y en la elaboración de las reglas del salón, así como que los compañeros se escuchen entre ellos y digan lo que piensan. Sin embargo, no se promueve con mucha frecuencia el trabajo en equipo (tabla 6.5), situación que puede afectar el desarrollo de aprendizajes significativos, pues el trabajo colaborativo favorece la confrontación de ideas, el aprendizaje del respeto a los distintos puntos de vista y la toma de decisiones de manera conjunta en función de una meta (SEP, 2011b).

Tabla 6.5 Porcentaje de estudiantes de primaria, según su reporte de actividades de clase que propician la participación

Los datos agrupados por escuela en el Índice de Actividades de Aula que Propician la Participación de los Estudiantes muestran que 31.5% de las escuelas se ubica en el nivel más alto; 65%, en el nivel alto, y sólo 3.5%, en los niveles bajo y muy bajo. Al compactar los datos en dos grupos —niveles altos y bajos—, en 96.5% de las escuelas los estudiantes señalaron que sus docentes promueven la participación en el aula, y con excepción de las escuelas comunitarias, donde es de 81.9%, en el resto el porcentaje es muy similar. Esto indica que el principio pedagógico mencionado está presente dentro de las prácticas de los docentes, y que es un área a fortalecer principalmente en la formación de los Líderes para la Educación Comunitaria (LEC).

Con respecto a secundaria, la participación de los estudiantes en el aula se indagó por medio de los cuestionarios que contestaron los estudiantes de tercer grado en PLANEA 2015. En este nivel también la mayoría de los estudiantes señaló que sus docentes realizaban muchas veces o siempre las acciones indagadas, aunque trabajar en equipo, tomar en cuenta las opiniones y animar a decir lo que se piensa fueron asuntos que por lo menos 1 de cada 3 estudiantes indicó que se realizaban con poca frecuencia (tabla 6. 6).

Tabla 6.6 Porcentaje de estudiantes de primaria según su reporte de actividades de clase que propician la participación

La información disponible sobre el tema para primaria y secundaria indica que hay esfuerzos por parte de los docentes por promover la participación de los estudiantes en las actividades dentro del aula en beneficio de su aprendizaje, pero también se advierten retos, como promover el trabajo en equipo o tomar en cuenta las opiniones de los alumnos, asuntos que sería deseable que se consideraran en la formación docente.

d) Participación de los estudiantes en la escuela

Con respecto a la participación de los estudiantes en la escuela, los de primaria y secundaria registraron porcentajes mayores en las frecuencias de muchas veces y siempre en las actividades que implican ser escuchados cuando tienen alguna queja, o bien cuando hay una opinión para la mejora de la escuela; sin embargo, se observan porcentajes menores en las mismas categorías en acciones que implican poner en práctica las propuestas de los estudiantes (tablas 6.7 y 6.8).

Esta percepción también se advierte en EMS, donde poco menos de la mitad de los estudiantes (49%) señaló que el personal directivo del plantel había tomado en cuenta sus opiniones o sugerencias sobre asuntos relacionados con la vida escolar.

Tabla 6.7 Porcentaje de estudiantes de primaria según su reporte sobre su participación en actividades en la escuela

Tabla 6.8 Porcentaje de estudiantes de primaria según su reporte sobre su participación en actividades en la escuela

La información disponible, vista desde el enfoque de convivencia democrática, revela que la poca participación de los estudiantes en la vida escolar es una constante. Lo anterior sugiere la necesidad de impulsar la participación de los estudiantes en la toma de decisiones como una estrategia para aprender a vivir en sociedad (Fierro, 2013).

e) Fomento del diálogo y el entendimiento mutuo para el manejo pacífico de conflictos

Aprender a vivir juntos (Delors, 1994) implica identificar los límites de la libertad personal. Cuando las libertades de las personas entran en conflicto, es necesario establecer mecanismos para dar solución, pues esto es inherente a las relaciones humanas. Es preciso que en las escuelas se atiendan a partir del diálogo y la negociación, los conflictos que se generan en las relaciones interpersonales con la finalidad de garantizar una sana convivencia y evitar abusos y discriminaciones (Landeros y Chávez, 2015).

Conforme a la evidencia disponible para primaria, procedente de los resultados de la ECEA 2014, y para secundaria, de los cuestionarios de PLANEA 2015, se advierte que en las escuelas regularmente se realizan acciones para atender los conflictos; sin embargo, las que tienen porcentajes más altos en las categorías de muchas veces o siempre aluden a la intervención de los directivos o docentes, en tanto que promover la escucha y el diálogo entre los estudiantes son acciones menos recurrentes cuando existen conflictos entre ellos, a pesar de que éstas son muy importantes para que aprendan a negociar por medio del diálogo (tablas 6.9 y 6.10).

Tabla 6.9 Porcentaje de estudiantes de primaria según su reporte de actividades relacionadas con el manejo pacífico de conflictos entre compañeros

Tabla 6.10 Porcentaje de estudiantes de secundaria según su reporte de actividades relacionadas con el manejo pacífico de conflictos entre compañeros

Los datos en general indican que hay esfuerzos orientados a atender el conflicto entre estudiantes, sin embargo, es necesario promover que ellos mismos aprendan a manejarlos, para lo cual es necesario que los docentes estén capacitados.

Los indicadores utilizados para medir la convivencia escolar en los distintos niveles educativos muestran que existen en el sistema educativo condiciones para generar ambientes en favor del aprendizaje: las relaciones entre estudiantes y docentes en todos los niveles educativos son en general positivas; se promueve la participación de los estudiantes en el aprendizaje, principalmente en primaria, y existen formas para atender los conflictos. Pero los datos también alertan sobre la necesidad de fortalecer la atención a la diversidad y fomentar la participación de los estudiantes en asuntos de la vida escolar como una estrategia para formar para la democracia.

Lograr una convivencia armónica en las escuelas es una tarea compleja en la que interviene directamente la comunidad escolar, y para alcanzarla es necesario fortalecer la formación de los docentes, aunque esto no es suficiente. También se requiere analizar otros elementos estructurales del sistema educativo, tales como los marcos normativos y las prácticas de gestión, por citar algunos ejemplos, que pueden estar limitando el ejercicio del derecho de los estudiantes a aprender a convivir.

En EMS la tasa de deserción escolar es la más alta comparada con primaria y secundaria; en el ciclo 2013-2014 la deserción total en tercero fue de 6.6%, mientras que en segundo fue de 10.8%, y en primero, de 23.8%.
Como se señala en el documento Directrices para mejorar la permanencia escolar en la educación media superior, las diversas fuentes de información sobre las causas de abandono escolar en este nivel educativo en México destacan la importancia de los factores escolares, por lo que quizá la percepción del clima escolar por parte de los estudiantes de los grados iniciales no sea tan favorable (INEE, 2017f, p. 29).
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