En México, un promedio de 350 000 niñas, niños y adolescentes en edad de asistir a la educación básica salen de sus lugares de origen hacia diferentes entidades del país para trabajar en los campos agrícolas, principalmente en la horticultura, la fruticultura y la floricultura.
Se estima que sólo entre 14 y 17% de esta población asiste a la escuela y la mayoría enfrenta diversas carencias educativas: la falta de disponibilidad de servicios educativos o de oportunidades para lograr una trayectoria escolar continua, la atención por parte
de figuras educativas con formación o experiencia profesional insuficiente y con precarias condiciones laborales; y la carencia en sus escuelas de mobiliario y condiciones adecuadas para el aprendizaje.
El 3 de agosto de 2016, el INEE emitió las “Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes de familias de jornaleros agrícolas migrantes”. En esta infografía se muestran los problemas, debilidades y riesgos a los que apunta cada directriz, los aspectos clave de mejora, y la situación deseable para atender las necesidades educativas de esta población.
¿Qué podría hacer el sistema educativo nacional para mejorar la educación para estos menores? ¿Conoces o eres docente de alumnos jornaleros agrícolas migrantes? Cuéntanos tu experiencia.
