La consejera presidenta del Instituto Nacional para la evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, afirmó hoy que a pesar del incremento en la escolaridad de la población, aún se requiere redoblar esfuerzos para que todos los niños y niñas permanezcan hasta concluir la educación obligatoria, tengan escuelas dignas y funcionales en las que se garantice una atención pertinente, inclusiva y sin discriminación alguna.
En la presentación del Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional, 2015, dijo que es en el terreno de los aprendizajes donde se tienen los menores logros y que aun en las entidades que presentan los mejores desempeños, los resultados no son satisfactorios. Ello, subrayó, es causa para que no se cumpla el derecho a la educación de las personas que están en edad de cursarlo.
En su oportunidad, el investigador-profesor del Colegio de México, Emilio Blanco Bosco, dijo que el país tiene un gran reto en la educación media superior y que será difícil que en este nivel se logre la universalización en el mediano plazo, sobre todo por la falta de un presupuesto apropiado.
Marco Calderón Argumedo, director general adjunto de Planeación e Información de la Secretaría de Educación Pública (SEP), también comentarista del Panorama Educativo 2015, destacó que de este anuario se pueden destacar dos conclusiones: la primera, las diferencias en el logro de los aprendizajes de los estudiantes es reflejo de las disparidades que caracterizan a México. La segunda, que el país invierte mucho pero gasta mal en educación.
El moderador de la mesa de análisis del Panorama Educativo de México 2015 fue el doctor Héctor Robles Vásquez, director general de Integración y Análisis de la Información del INEE.
Cabe destacar que el anuario da cuenta de aspectos centrales de la calidad de la educación básica y media superior del país y que permite monitorear el avance del cumplimiento del derecho humano a una educación obligatoria de calidad.
En este informe se destaca que en México se requiere redoblar esfuerzos para que todos los niños, niñas y jóvenes tengan escuelas dignas y funcionales, en las que se garantice una atención pertinente, inclusiva y sin discriminación alguna, pues a pesar de alcanzar la cobertura casi universal en educación primaria, no todos los niños y jóvenes en edad de cursar el preescolar, la secundaria o la media superior acceden a la escuela y permanecen en ella hasta finalizar la educación obligatoria.
También señala que en el terreno de los aprendizajes de los alumnos es donde se tienen los menores logros y que inclusive en las entidades federativas con mejores desempeños los resultados no son satisfactorios. Aunado a ello, muestra la necesidad de perseverar en la eliminación de la desigualdad en la distribución de los recursos humanos y de las condiciones materiales en que operan los centros escolares, así como de los bajos niveles de aprendizaje y las brechas del logro de alumnos que asisten a distintos tipos de servicios.
El Panorama está dividido en seis capítulos, en el primero de ellos, denominado Estructura y dimensión del Sistema Educativo Nacional, se señala que una cantidad importante de niños y jóvenes asiste a escuelas ubicadas en localidades de alta y muy alta marginación. En preescolar se tiene registro de cerca de dos millones de alumnos; en primaria, poco más de 5.7 millones; en secundaria de casi 2.5 millones y en Educación Media Superior, de 1.4 millones de alumnos, aproximadamente.
En el segundo apartado, Contexto Social, se informa que se ha avanzado considerablemente en la disminución de la brecha entre hombres y mujeres, pues datos de 2015 señalan que las mujeres de las generaciones más jóvenes permanecen y asisten más a la escuela que los hombres. El grado promedio de escolaridad es de 10.3 para las mujeres y de 10 para los hombres para la población de 15 a 24 años comparado contra 6.9 años para las mujeres y 8.0 años para los hombres del grupo de 55 a 64 años.
En el tercer capítulo, Agentes y recursos, se destaca que el perfil de los alumnos de sexto de primaria (Planea-Elsen, 2015) muestra que quienes asisten a las escuelas indígenas y comunitarias, en comparación con aquellos que los hacen a las generales, tienen trayectorias escolares más irregulares, pues 27.5% de los alumnos de las escuelas comunitarias y 26.7% de los de las indígenas han repetido algún grado, situación que solo ocurrió con 12.9% de los estudiantes de las escuelas generales y 4.1% de las privadas.
El informe señala en su capítulo cuatro, Acceso y trayectoria, que pese a los avances de universalización de la educación obligatoria, todavía alrededor de 3.8 millones de niños y jóvenes entre 3 y 17 años de edad no se encuentran matriculados. El mayor déficit, documenta el reporte, se centra en la matriculación de los jóvenes entre 15 y 17 años de edad, donde 35%, es decir, poco más de 2.3 millones de jóvenes, no tienen acceso a la escuela.
En el apartado Procesos educativos y gestión se detalla que en el ciclo escolar 2014-2015 había 69 mil 427 escuelas de Educación Básica en donde todos sus docentes atendían a alumnos de más de un grado escolar: 24 mil 712 eran preescolares unitarios, 43 mil 289 primarias multigrado y mil 426 telesecundarias unitarias.
Finalmente, en su sexto capítulo, Resultados educativos, se da a conocer que los estudiantes de las escuelas primarias y secundarias comunitarias, así como los de las primarias indígenas son quienes presentaron mayores dificultades para lograr los aprendizajes clave pretendidos en el currículum nacional. Un ejemplo: 67.9 % de los alumnos de sexto de primaria en escuelas comunitarias alcanzó un nivel de logro insuficiente en Lenguaje y Comunicación y 69.2 % en Matemáticas.
Comunicado de prensa No. 67
