Estudios como El Derecho a la Educación en México. Informe 2009, de reciente publicación y otros que de manera periódica realiza el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), hacen posible convocar a la reflexión y al análisis colectivos para fortalecer la actuación de todos los agentes involucrados en el ejercicio de ese derecho: Estado, padres de familia, maestros y los niños,
niñas y jóvenes que son los beneficiarios y actores del mismo.
En el informe se considera que el mayor desafío para ejercer el derecho a la educación es romper con el círculo vicioso de que a mayores condiciones de rezago menor calidad en la enseñanza. Y es que la forma en que opera actualmente el Sistema Educativo Nacional lejos de atenuar la desigualdad social la reproduce, al distribuir de manera no equitativa los beneficios de la educación.
También destaca que las poblaciones atendidas en modalidades educativas distintas presentan entre ellas marcadas diferencias socioculturales y económicas, y que éstas se reflejan en el tipo de escuela con que se cuenta. Claramente son mejores las de modalidad general respecto a las de tipo indígena, comunitaria y telesecundaria.
Resulta paradójico que los sectores más desfavorecidos sean los que tengan menor número de escuelas y que muchas de ellas presenten deficiencias en su infraestructura y carencias de material didáctico, así como que cuenten con profesores con menor nivel de preparación.
Resalta como un punto que amerita especial atención, el alto índice de deserción en los niveles de secundaria y, sobre todo, en educación media superior, lo cual puede observarse en los datos siguientes:
• En 2008, en secundaria el número de alumnos que dejaron de recibir los beneficios de la educación se elevó al 8.4%, porcentaje equivalente a 572 mil niños de 12 a 14 años, mientras que en media superior la inasistencia entre los jóvenes alcanzó una cifra cercana a 2 millones 380 mil, lo cual significa que en ese año uno de cada tres jóvenes, entre 15 y 17 años, no asistió a la escuela.
• La inasistencia en estos dos grupos de edad es un problema que se agrava para la población carente de recursos, y todavía más para quienes se ubican en localidades aisladas e indígenas. Se considera un factor de riesgo, ya que puede acentuar los niveles de desigualdad, violencia e inseguridad, pues los adolescentes, sin escuela y sin empleo, resultan los más viables para ser reclutados por grupos de delincuentes que se aprovechan de su situación.
Uno de los retos del Sistema Educativo Nacional es conocer las causas de la deserción y diseñar acciones que permitan evitarla, ésta es una de las tantas acciones necesarias para aumentar la eficiencia y eficacia de la educación en nuestro país.
Estudios como El Derecho a la Educación en México aportan información fina a las distintas instancias de gobierno y de la sociedad para mejorar el nivel de aprendizaje de los alumnos.
Finalmente, considero prioritario apoyar acciones encaminadas a desarticular los factores que producen condiciones que no nos están llevando al modelo de país al cual aspiramos.
Comunicado de prensa No. 26
