Cero discriminación en la escuela

El 1 de marzo se conmemora a nivel internacional el día para la Cero discriminación, tras su proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2013.

atencion-diversidad

Por Brenda Peña

El 1 de marzo se conmemora a nivel internacional el día para la Cero discriminación, tras su proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2013. Hablar de este fenómeno social que, de forma cotidiana, vulnera los derechos de diversas personas y poblaciones de nuestro país y el mundo, sin duda convierte este día como aquel que debería recordar la importancia y necesidad de fomentar acciones y políticas públicas sistemáticas, permanentes y de largo alcance que contribuyan a prevenir y erradicar cualquier forma de discriminación que se presente en los diferentes espacios y ámbitos de nuestro país.

Dado que el espacio escolar no suele escapar a esta realidad social y, paradójicamente, en diversas circunstancias, suele convertirse en un espacio donde la discriminación encuentra un lugar para manifestarse y reproducirse, es que es importante reflexionar sobre el papel de la evaluación educativa para hacerla visible y tomar decisiones que permitan prevenirla y erradicarla.

La discriminación tiene diversas aristas y, generalmente, muchas de ellas suelen ser invisibles debido a que se encuentran enraizadas en prácticas, actitudes o políticas normalizadas. Cuando se expresa la burla y el acoso hacia cualquier integrante de la comunidad debido a su apariencia física, hablamos de discriminación. Cuando se niega o restringe la inscripción escolar por razones de discapacidad, VIH, género, condición de salud, etnicidad u otra condición social, hablamos de discriminación. Cuando se impide o condiciona que el alumnado hable en su lengua materna, hablamos de discriminación. Cuando se impide o condiciona que el alumnado exprese su identidad de género, orientación sexual o sus creencias religiosas, hablamos de discriminación.

También implica discriminación llevar a cabo programas o políticas que tienen como consecuencia restringir el acceso o permanencia a los servicios educativos de niñas, niños y jóvenes en razón de su condición social y económica, estado de salud, género, religión o cualquier otra circunstancia en la que vivan, o bien, cuando la educación que reciben se ofrece en condiciones de inequidad. Es decir, se trata de un fenómeno que puede presentarse tanto a nivel de la convivencia escolar como de las propias políticas y prácticas que, incluso, pueden estar reglamentadas dentro del espacio escolar.

Pero, ¿cómo identificar estas actitudes, prácticas y políticas que promueven la discriminación en la escuela? La evaluación educativa, ya sea que se realice de manera interna o externa a las escuelas, es decir, por parte de instituciones como el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), permite adentrase a conocer cualquier aspecto de nuestras realidades educativas para reflexionar sobre ellas y actuar en consecuencia; de ahí que sea una de las vías para poder identificar y hacer frente a este fenómeno. Así, por ejemplo, la Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) diseñada por el Instituto, con el propósito de conocer la medida en que las escuelas de la educación obligatoria del país cuentan con condiciones básicas para su operación y funcionamiento, encontró en su más reciente aplicación, realizada en 2016, que en el nivel de educación media superior:

  • Al menos 3 de cada 10 docentes dijeron haber presenciado situaciones de acoso escolar (bullying) dentro del plantel en los últimos meses, no obstante, apenas 1 de cada 10 estudiantes reconoció haber sido víctima de algún acto de discriminación o exclusión.
  • Más de la mitad de los planteles de este nivel educativo no cuenta con infraestructura necesaria (rampas, sanitarios amplios y con agarraderas) que permita la movilidad de las personas que viven con algún tipo de discapacidad física.

En general, la ECEA identificó que existe una gran desigualdad en la oferta educativa, sobre todo en términos de recursos, lo cual representa oportunidades diferenciadas de aprendizaje para los estudiantes; siendo en los tipos de servicio de telebachillerato (comunitarios y estatales), de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) y las preparatorias estatales, aquellos donde se suelen presentar las condiciones escolares más precarias.

Detrás de toda discriminación existen derechos que se ven vulnerados, como el derecho a recibir una educación de calidad. Asimismo, detrás de toda discriminación, ya sea que se presente a nivel interpersonal o de forma estructural, existen prejuicios y estigmas construidos sobre la base de la desinformación; identificarlos abre la posibilidad de aprender y reaprender nuevas formas de relacionarnos y de hacer posible el derecho que tenemos todas y todos de ser tratados en condiciones de igualdad. Por tanto, en este día de Cero discriminación vale la pena empezar a cuestionarnos sobre ¿qué prácticas, actitudes y políticas discriminatorias reconocemos en nuestros espacios cotidianos?, ¿qué actitudes tomamos ante ellas? ¿qué hacemos para contrarrestarlas o evitarlas?, ¿cómo lograríamos que otras personas se interesen en estos temas?

INEE (2018, 15 de febrero). ¿Cómo son nuestras escuelas? Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA). Resultados generales. Educación Media Superior.México: autor

Hits
Tags: Blog RED

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Facebook Twitter Linkedin WhatsApp Whatsapp
Ir al contenido