Para poner en práctica en las aulas los lineamientos, las recomendaciones y los objetivos que emergen desde los escritorios burocráticos, se requiere un líder escolar que, además de contar con experiencia y disposición, pueda sortear los retos que se enfrentan en el trabajo escolar.
Durante el Taller Internacional para la Revisión de Avances del Informe Miradas sobre la Educación en Iberoamérica 2017, celebrado en el INEE el 12 de diciembre pasado, se revisaron casos de éxito que reflejan la labor de los directivos en el desarrollo de sus comunidades escolares mediante la cooperación y vinculación entre todos los involucrados.
Particularmente, se abordaron las experiencias de las profesoras María Soledad López Moreno, directora de Educación Primaria del municipio de García, en el estado de Nuevo León; y de María Lilia Ceballos Corral, supervisora de Secundarias Técnicas de Hermosillo, en el estado de Sonora.
Ambas coincidieron en que, a pesar de que en el sistema educativo existen muchos retos de organización, presupuesto y certeza laboral, es necesario establecer estrategias que incluyan a padres, alumnos y maestros, a fin de obtener entre todos, los mejores resultados.
Para lograr una correcta coordinación, se debe pasar por un largo proceso de construcción de confianza y de trabajo conjunto, y esto se complica cuando no se tiene el suficiente apoyo de las autoridades educativas, aseguraron las docentes.
