A pesar de que en las últimas tres décadas se han efectuado muchos trabajos que aportan elementos valiosos para la evaluación educativa en el país, éstos no se aprovecharon para diseñar e implementar estrategias de mejora ni para desarrollar la cultura en esta materia.
Una limitante clara de los trabajos de evaluación del pasado fue que sus resultados no se difundieron, se mantuvieron fuera del alcance de las autoridades locales, escuelas, maestros, padres de familia y la sociedad en general.
- Por ello, un compromiso del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) es contribuir al fortalecimiento de la evaluación, lo que implica dos tipos de tareas esenciales:
Implementar un conjunto de acciones que permitan la mejora de los aspectos técnicos y el desarrollo de la capacidad institucional, y - Un conjunto de actividades para desarrollar la cultura de la evaluación entre los actores del sistema educativo en todos los ámbitos de la sociedad, para que los resultados del trabajo técnico se entiendan, valoren y aprovechen.
En este sentido, el estudio La calidad de la educación básica en México, informe anual 2003, dado a conocer por el INEE, dice que “la cultura de la evaluación se dará a manera de un círculo virtuoso cuyos momentos fundamentales son la difusión de resultados, la rendición de cuentas por parte de los actores responsables y la participación ciudadana”.
La evaluación implica conocer sus resultados y sacar las consecuencias para poder mejorar; pero hay que evitar el riesgo de que la evaluación produzca efectos contraproducentes al pretender alcanzar resultados espectaculares en corto tiempo.
Estar conscientes de la complejidad y lentitud que requieren los procesos de mejora educativa, no implica una postura fatalista. La experiencia de algunos países muestra que es posible alcanzar logros importantes en plazos más cortos que los habituales en educación.
El estudio destaca que para definir políticas ambiciosas y realistas, las autoridades necesitan perspectivas precisas de la situación vigente , conocer sus puntos fuertes y débiles. Para ello, se requiere de diagnósticos confiables de la situación educativa y darlos a conocer a las partes interesadas para que los esfuerzos tengan un sustento sólido.
Por lo anterior, el documento establece que la Misión del INEE puede resumirse en tres puntos: hacer diagnósticos confiables de la educación; difundirlos en forma transparente, y aportarlos al sistema educativo nacional para que sirvan a la mejora de la calidad de todas las escuelas del país.
Comunicados de prensa No. 16
