Kiva: una idea finlandesa para acabar con el bullying

Por Verónica Garduño G.

El acoso y la violencia escolar no sólo afectan la integridad y la autoestima de los estudiantes, también lesionan considerablemente su instrucción. Varios estudios sugieren que la enseñanza y el aprendizaje son más eficaces en ambientes armónicos, ordenados y de exigencia académica.

En 2007, el Instituto Nacional para la Evaluación de la educación (INEE) llevó a cabo un análisis multinivel orientado a conocer qué variables se asociaban con el aprendizaje de los estudiantes de primaria y secundaria en las asignaturas de Español y Matemáticas, a partir de las puntuaciones en el Examen para la Calidad y el Logro Educativo (EXCALE). Como cabía esperar, se confirmó que la violencia al interior de la escuela tenía un fuerte impacto negativo.

La violencia escolar —también conocida por su nombre en inglés bullying— sucede cuando un individuo o grupo rompe las reglas y, con el uso de la fuerza, daña intencionalmente a otro y viola su integridad física, social o emocional dentro del edificio escolar o en los alrededores.

Cifras del INEE indican que 19% de los estudiantes de primaria y 11% de los de secundaria han participado en peleas a golpes. Además, 10% de los alumnos de primaria y 6% de los de secundaria declararon formar parte de un grupo que ha intimidado o amenazado a sus compañeros de escuela.

Cuando uno o varios estudiantes necesitan dominar a otro u otros, disfrutan y se sienten estimulados por la violencia, desafían las normas y, además, carecen de empatía ¿Cómo evitar que surja la violencia escolar? Ellos violentan verbal o físicamente a sus compañeros, los excluyen, manipulan, roban o rompen sus pertenencias, e incluso los someten a violencia sexual. También cometen cyberbullying y, en los casos más graves, ejercen la violencia en todas las formas mencionadas.

Investigadoras de la Universidad de Turku, en Finlandia, parecen haber encontrado una estrategia para combatir este fenómeno. Tan buena, que —de acuerdo con la embajada de Finlandia en México—se utiliza en 90% de las escuelas de esa nación y se ha extendido a otros países, incluyendo a los latinoamericanos y, en particular, México.

Como producto de décadas de estudio del acoso escolar y sus mecanismos, surgió Kiva, un método para frenarlo; Kiva proviene de las palabras Kiusaamista Vastaan, que en finés significan “contra el bullying”.

La clave para la creación de este programa fue considerar el acoso escolar como un fenómeno de grupo. Las investigadoras se interesaron primero en aquellos estudiantes que no son ni víctimas ni acosadores, sino testigos de actos violentes, y en la forma como sus acciones o la falta de ellas influye para que se mantenga este tipo de conductas y para que cambien los sentimientos de la víctima.

Advirtieron que había seis roles que los estudiantes podían adoptar en una situación así: acosadores, víctimas, asistentes del acosador, reforzadores del acosador, observadores al margen y defensores de la víctima. También notaron que el comportamiento de los espectadores importaba, y que a las víctimas con defensores les iba mejor que a las que no los tenían: se sentían menos deprimidas, con menos ansiedad y más alta autoestima. Además, son menos rechazadas por sus pares.

Cuando los observadores dejan de apoyar al acosador, este se queda solo y, en consecuencia, se siente menos motivado a seguir con sus prácticas. Muchas veces el problema consiste en que los observadores no saben cómo defender a la víctima. Por eso, parte del programa consiste en desarrollar cualidades como la empatía y la autoeficacia.

Además del papel de los espectadores, otra clave del sistema consiste en enseñar a niños, papás y maestros a identificar una situación de conflicto entre pares aceptable, la cual “ellos resuelven solos”, y distinguirla de un escenario de violencia, que es inaceptable y exige intervenir.

El programa incluye lecciones con ejercicios en los que los estudiantes deben ver un video y luego trabajar en pares o en grupos; un juego en línea para alumnos de primaria y un foro en línea para los de secundaria; se abordan temas como presión de grupo, interacciones grupales, mecanismos y consecuencias del acoso escolar; también se sugiere cómo intervenir y tener discusiones con acosadores, víctimas y estudiantes con comportamientos sociales positivos en el salón, quienes podrían ser invitados a tomar el reto de defender a las víctimas.

El fenómeno es complejo. Cuando se interviene en las escuelas para frenar el bullying, algunos investigadores han encontrado que las formas más visibles del fenómeno disminuyen mientras que se incrementan otras menos notorias, pero igualmente dañinas, como el cyberbullying; por eso, el modelo Kiva también comprende estrategias específicas para este tipo de acoso y otros abusos escondidos, como la manipulación social y la exclusión social.

Este exitoso método llegó a nuestro país en febrero de 2016, cuando la embajada de Finlandia en México presentó el programa. A partir de ese momento, se generó mucho interés por el programa. Varias primarias de diversos estados del país ya han iniciado la habilitación de Kiva.

Referencias
ALARCÓN, Muriel (s/a). Bullying escolar, el rol clave de los compañeros testigo (en línea).
INEE. (2018). Instituto Nacional para la Evaluación de la educación. La educación obligatoria en México. Informe 2018. Ciudad de México: INEE.

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