- Permiten tomar decisiones para contar con mejores maestros y alumnos, dijo.
- Los países en desarrollo requieren de la información que proveen para abordar los problemas de los sistemas educativos, destacó.
Las personas involucradas en la evaluación educativa, en los países en desarrollo, deben aumentar y mejorar su comunicación entre ellas, pues esto permite crear mayor conciencia de los problemas comunes y aumentar el acceso a la información y experiencias disponibles, así como crear nuevos conocimientos para abordar los problemas educativos, destacó la consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Teresa Bracho González.
Durante su participación en la 62ª Reunión Anual de la Sociedad de Educación Comparativa e Internacional (CIES), efectuada en la Ciudad de México, manifestó que es necesario realizar evaluaciones de calidad, en lugar de reducirlas o simplificarlas, pues las lagunas existentes en la información sobre la calidad de la educación en los países en desarrollo requieren de ellas, precisó.
Bracho González destacó que es importante hacer notar que las evaluaciones contribuyen a comprender los déficits en educación cuando se combinan con datos de acceso y cobertura, y que éstas pueden decirnos mucho más sobre la inequidad educativa y su relación con los niveles de ingreso en los países en desarrollo.
Destacó que constantemente diferentes protagonistas de los sistemas educativos toman decisiones basadas en los resultados de las evaluaciones, entre las que mencionó las que aplican los maestros para comprender cómo aprenden sus alumnos y brindarles apoyo individual en función de los problemas que enfrentan, y las que se toman con los docentes para proporcionarles orientación profesional para que mejoren su enseñanza y sus relaciones humanas. Además de las que llevan a cabo los encargados de la política educativa a partir de esta información.
Aunado a lo anterior, la consejera del INEE mencionó que, desde su experiencia académica y como investigadora, en lo que se refiere a decisiones de política educativa hay dos aspectos clave: escuchar y no quedarse callado. “Es por ello que se han empezado a desarrollar indicadores que nos digan si avanzamos como país o como región”.
En su participación en el panel Un Diálogo Sur –Norte sobre la producción de conocimiento en evaluaciones internacionales a gran escala: perspectivas globales y nacionales, consideró prioritario fomentar el uso adecuado de las evaluaciones, en todos los niveles y por cada audiencia, para alcanzar mejoras en los sistemas educativos.
Luego de comentar que es fundamental trabajar para llegar a un consenso sobre una definición de calidad en la educación y en la construcción de los instrumentos para monitorearla, Bracho González dijo que se requiere de una buena metodología para hacer comparaciones entre los distintos datos que aportan regiones y países.
Finalmente, propuso seguir estableciendo estrategias para promover la cooperación entre los países de la región Latinoamericana, en los ámbitos político, económico, social, cultural, educativo, ambiental y técnico; “como lo hemos venido haciendo en los últimos tres años”.
