México ha reducido el número de estudiantes de bajo rendimiento en años recientes, en matemáticas, lectura y ciencias, pero aún existen grandes desafíos por delante, afirmó Daniel Salinas, investigador de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), quien estableció que este factor debe ser una prioridad para los gobiernos en su agenda de política educativa.
Durante la presentación de su ponencia titulada Estudiantes de Bajo Rendimiento: por qué se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito, expuesta en el auditorio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Daniel Salinas -investigador y analistas del estudio internacional sobre educación PISA- subrayó que las autoridades deben canalizar recursos adicionales a esa prioridad y establecer medidas como desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje y ofrecer refuerzo escolar a quienes lo necesiten.
En la reunión encabezada por el consejero de la Junta de Gobierno de este Instituto, Eduardo Backhoff Escudero, el investigador de la OCDE dijo que los estudiantes de bajo rendimiento (de acuerdo con los puntajes de PISA) tienen mayores probabilidades de abandonar la escuela, menor posibilidad de cursar la educación media superior, limitan su acceso a trabajos mejor remunerados y cuentan con una menor participación política y social.
Salinas, directorado de educación y competencias, destacó que en México 9 % de los estudiantes de 15 años no tuvo educación preescolar, 19 % sólo cursaron un año o menos en ella y 15 % de los alumnos de esa edad ha repetido un curso.
Finalmente, Daniel Salinas aseguró que si todos los individuos de 15 años tuvieran acceso a la escuela y alcanzaran el nivel de desempeño en PISA, hacia 2030, las ganancias económicas para los países serían enormes.
Comunicado de prensa No. 12
