Poco después de que se firmara el denominado Pacto por México, en diciembre de 2012, con el previo consenso entre el presidente de la República y los principales partidos del país, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el 26 de febrero de 2013, una reforma que la sociedad civil —incluida la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF)— había pedido durante mucho tiempo, orientada a mejorar la calidad educativa de México.
A partir de un estudio reciente elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y el Instituto Internacional de Planeamiento de la…
esta edición representa la voz los hacedores de la evaluación en todos los niveles y latitudes de México y de otras naciones, la voz de aquellos convencidos, como nosotros, de un proyecto de nación que hace que nuestro esfuerzo no cese: niños, niñas y adolescentes mexicanos en una escuela que crece y mejora la educación que les ofrece. Ese es nuestro anhelo: un México en el que todos los ciudadanos encuentren oportunidades y construyan realidades porque han recibido una educación de calidad, diseñada gracias a las evidencias que surgen de nuestra labor: la evaluación. Y justo por ello, trabajamos para que nuestras capacidades y las de quienes acompañan esta tarea sean cada vez más fuertes.
La desconexión entre el diseño de las evaluaciones, la adecuada difusión de los resultados, la correcta entrega de la información, el manejo contextual de las fuentes y el uso pertinente de los datos no lleva de manera automática a la calidad educativa. En este artículo se analizan los motivos y los protagonistas de tal desarticulación.