Arcelia Martínez Bordón y Alejandro Navarro Arredondo (coordinadores) (en prensa). La Reforma Educativa a revisión: apuntes y reflexiones para la elaboración de una agenda educativa 2018-2024. Ciudad de México: Instituto Belisario Domínguez.
Todo mundo tiene una opinión sobre la Reforma Educativa de 2013. Es de tal complejidad que los especialistas discuten, incluso, a qué llamar exactamente reforma educativa. Por supuesto, el tema es de gran interés social debido al enorme beneficio que un Sistema Educativo Nacional (SEN) robusto puede aportar al bienestar y el progreso de un país. Por eso se ha dicho tanto sobre el tema. Desata pasiones y puntos de vista encontrados.
La importancia del libro La Reforma Educativa a revisión: apuntes y reflexiones para la elaboración de una agenda educativa 2018-2024 se puede adivinar desde el título, cuya estructura nos dice lo principal: revisar el estado actual de la educación con miras a proponer mejor su forma futura. Al examinar el índice, uno se encuentra justo con la herramienta que se requiere para analizar un objeto de estudio tan complejo: la diversidad de miradas. Autores que, desde diversas preocupaciones, en distintos formatos metodológicos e incluso con diferentes cercanías o lejanías emocionales e intelectuales a la Reforma Educativa nos ofrecen trozos de un mosaico que, en conjunto, describe de manera muy completa aspectos centrales de la educación en México, entre los que destacan la evaluación, el logro académico, la equidad y la justicia en la educación, y el papel del Estado y otros actores educativos y sociales en el diseño e implementación de la reforma.
El texto se presenta en la actual coyuntura de transición y rediseño de política como una fuente de información valiosa sobre los principales alcances y retos de las intervenciones y acciones de política pública emprendidas en el marco de la reforma.
El libro se divide en dos partes. En la primera, se ofrece un importante planteamiento: aunque el sistema educativo mexicano ha operado, en lo general, bajo una dinámica de estabilidad, caracterizada por cambios incrementales, la Reforma Educativa de 2013 trajo consigo cambios de mayor calado, que impactaron tanto en el diseño como en la operación del SEN. También pasa revista a las distintas justificaciones sobre el problema público al que atendió la reforma, destacando en especial la recuperación de la rectoría de la educación por parte del Estado, la necesidad de garantizar servicios educativos de calidad a partir de la evaluación educativa y, en particular, de la evaluación de los docentes.
Esta primera parte, además, ofrece una discusión minuciosa sobre varios temas pendientes, entre los que destacan la consecución del logro de aprendizajes, la equidad y la justicia en la educación, el impulso a la formación y el desarrollo profesional docente, y la participación social.
Se analizan algunas alternativas incluidas en la reforma para resolver el problema del rezago en los aprendizajes y, ante la profundidad del mismo, se sugiere pensar en nuevas estrategias para solucionar los problemas de desigualdad y exclusión en nuestro sistema educativo.
En lo relativo a la búsqueda de la equidad y justicia educativas, se revisan algunos de los instrumentos con los que la reforma ha buscado transformar la realidad mexicana, considerando los contextos que impactan en el funcionamiento del SEN. En línea con lo anterior, los autores argumentan que las estrategias impulsadas por la reforma no han sido suficientes para reducir las brechas educativas y proporcionar una educación de calidad con equidad. Se advierte también que la educación intercultural bilingüe ha sido un tema ajeno a la agenda de la reforma, puesto que el sistema ha sido incapaz de ofrecer una educación intercultural para todos, pertinente para cada estudiante en cada tipo de escuela.
Respecto al impulso de la formación y el desarrollo profesional docente, la revisión muestra que se trata probablemente de los temas más débilmente atendidos en el marco de la reforma educativa, cuestión que se agrava en la educación media superior debido a los altos grados de heterogeneidad y segmentación de la población que se atiende, así como a los problemas de abandono y rezago escolar que presenta este nivel educativo. Por ello, se considera importante repensar la orientación de los modelos de formación docente y la intensidad de su implementación, como elementos fundamentales para fortalecer la calidad educativa.
En el cierre de la primera parte del libro se argumenta que la reforma no ha logrado impulsar la participación social en las escuelas, a pesar de una serie de disposiciones pensadas para potenciar la organización y la corresponsabilidad de padres de familia y otros agentes sociales en torno a la comunidad escolar. Se señala la ausencia de modelos que incluyan la intervención de los estudiantes como un déficit de los actuales esquemas de participación.
La segunda parte del libro examina los resultados de la Reforma Educativa en materia de reducción de brechas, evaluación, creación de capacidades locales y rendición de cuentas. Entre otros temas, se estima el impacto del Programa Escuelas de Tiempo Completo en los resultados académicos de estudiantes que son beneficiarios, comparando diferentes grupos de escuelas con la intención de identificar los efectos del programa. Los resultados muestran un alentador avance, aunque no suficiente, especialmente en las escuelas que atienden a las poblaciones más vulnerables.
El texto también describe los principales cambios derivados de la reforma en materia de evaluación; se presentan algunos de los dispositivos desarrollados en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), y se subraya que los avances han sido sustantivos, pues se ha configurado un sistema de evaluación más completo, que considera distintos componentes, procesos y resultados del sistema, además de proporcionar una visión federalista en la cual las entidades no sólo son usuarias de la información de estudios nacionales, sino que proponen y llevan a cabo evaluaciones de interés local. El reto que continúa presente en este aspecto es el de aumentar en cantidad y en profundidad los usos de los resultados de las evaluaciones a escalas nacional y estatal, pero sobre todo a nivel de cada comunidad escolar.
Igualmente, en el libro encontramos una comparación entre los esquemas de asignación de atribuciones y de mecanismos de coordinación entre los gobiernos federal y estatales en torno a la implementación del Servicio Profesional Docente (SPD) y el Sistema Nacional de Evaluación Educativa (SNEE). El ejercicio afirma que el segundo presenta un esquema de gobernanza más desarrollado, donde los mecanismos de coordinación, comunicación y acuerdo han permitido la cooperación de los distintos actores sin caer en la imposición, mientras que en el SPD es perentorio hacer una revisión completa del esquema. También se propone considerar ambas políticas educativas desde un esquema más amplio de política pública.
El libro cierra con una reflexión sobre los avances en la rendición de cuentas del sistema educativo, a partir de una caracterización del SEN y de sus problemas de gestión financiera; se revisa la relación entre transparencia, gasto público y desempeño escolar; y se propone la construcción de un sistema de accountability educativo en el país, que contribuya a instalar una cultura de responsabilidad por la calidad de la educación.
En el momento en el que se publica esta reseña, el libro se encuentra en sus últimas fases de edición para ser publicado. El lector interesado podrá encontrarlo disponible en un par de meses. Su lectura es relevante, especialmente para los equipos de transición y para los nuevos funcionarios públicos que empezarán a ejercer su capacidad de definir políticas educativas dentro de poco tiempo.
Andrés Sánchez Moguel
Director General de Evaluación de Resultados
Educativos del INEE
Gloria Del Castillo Alemán y Giovanna Valenti Nigrini (coordinadoras) (2017). Reforma Educativa. ¿Qué estamos transformando? Debate informado. Ciudad de México: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Los días 25 y 26 de septiembre de 2013, la sede mexicana de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) organizó el Seminario Internacional “Reforma Educativa, ¿qué estamos transformando?”, uno de los primeros foros de debate sobre un suceso que en aquel momento era muy reciente. Contra lo que cabría suponer, la falta de perspectiva temporal no afectó la penetrante percepción de los participantes, cuyas intervenciones —como lo prueba este libro— tienen, en su mayoría, la frescura y la vigencia de cuando fueron pronunciadas, apenas unos días después de que el Ejecutivo federal promulgara las tres leyes secundarias de la Reforma Educativa.
El seminario se organizó en cuatro mesas de discusión. La primera, titulada “Servicio Profesional Docente: entre la lógica de la eficacia y la gobernabilidad del sistema educativo”, diserta sobre la nueva relación entre la autoridad educativa y los maestros, establecida por lareforma. En ella participaron Gloria del Castillo con “El servicio profesional docente: los ejes de discusión y debate”; María del Carmen Pardo con “La difícil profesionalización del magisterio por la vía ‘profesional’ ”; Claudia A. Santizo con “La Ley del Servicio Profesional Docente define el modelo de escuela y el perfil del docente”; Alberto Arnaut con “Lo bueno, lo malo y lo feo del Servicio Profesional Docente”; e Inés Aguerrondo con “La ‘cuestión docente’ hoy. Entre la lógica de la eficacia y la gobernabilidad del sistema educativo”.
En la segunda mesa —“Implicaciones laborales del Servicio Profesional Docente. ¿Existen restricciones para la mejora del desempeño docente?”—, Giovanna Valenti abordó “Los ejes del debate sobre las ‘implicaciones del Servicio Profesional Docente’: ¿existen restricciones para el mejor desempeño?”; María de Ibarrola discurrió sobre “El conocimiento profesional docente en el marco de la reforma educativa”; Graciela Bensusán y Luis Arturo Tapia participaron con “Los problemas de la implementación de la reforma educativa”; Arturo Alcalde expuso sus “Reflexiones sobre el contenido laboral de la Reforma Educativa”; Nohemy Arias habló a propósito de la “Profesionalización de la carrera docente en Colombia”; y, finalmente, Giovanna Valenti y Gloria del Castillo cerraron la mesa rescatando las “Conclusiones y temas futuros de la agenda”.
La tercera mesa, que versó sobre “Evaluación y política educativa”, inició con una Introducción de Francisco Miranda y siguió con Margarita Poggi, quien dictó “Evaluación y políticas de mejora educativa en América Latina”. Siguieron Pedro Flores Crespo con “¿Puede la evaluación mejorar la política educativa?”; Teresa Bracho con “Evaluación y política educativa. Preguntas centrales y algunas respuestas en el marco de la actual Reforma Educativa en México”; Gabriela Uribe con “Implementación de las políticas de evaluación educativa. Una mirada desde el estado de Guerrero”; y el propio Francisco Miranda, quien hizo un ejercicio de síntesis en “Balance y desafíos de la evaluación en el contexto de la Reforma Educativa en México”.
La cuarta mesa, donde se reflexionó sobre “Temas, cuestiones y criterios para institucionalizar la evaluación”, se omite de esta edición por razones inexplicadas.